En Coahuila Jorge Torres López siendo uno de los hombres más buscados por la DEA, acusado de lavado de dinero y nexos con el narcotráfico, vive tranquilamente como cualquier ciudadano, incluso pudo ser atendido en un hospital de Saltillo sin que ninguna autoridad se inmute al respecto.
Son las autoridades de Estados Unidos las que están buscando la extradición de este ex gobernador priísta para que pague así por sus delitos. Por elemental sentido de justicia deberían ser las autoridades de Coahuila, así como la PGR quienes actuaran de inmediato aplicando la medida cautelar de detenerlo.
A la vez. La Fiscalía local debe y debió desde hace mucho abrirle una investigación de oficio por los probables delitos cometidos en Coahuila. Y la PGR debió hacer lo mismo en materia de delitos federales.
Instamos al gobierno de Miguel Riquelme a que actúe y demuestre de una vez por todas que no es una tapadera de los delitos de los hermanos Moreira, es una oportunidad única para desligarse y actuar por los intereses de los Coahuilenses, de no hacerlo estará dándole la razón a todos quienes lo acusan de no ser más que un empleado más y estar a las órdenes de Rubén y Humberto Moreira.