La Senadora Silvia Garza, presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático, participó junto con un nutrido panel de expertos en el foro: “Retos y oportunidades en torno al tráfico ilegal de vida silvestre” que se realizó en colaboración del Senado de la República, la Embajada Británica en México y la organización Política y Legislación Ambiental (POLEA) en donde se analizaron las estrategias que son requeridos para hacer frente a un tema tan complejo como lo es el tráfico ilegal de vida silvestre.
Silvia Garza expresó que es de vital importancia establecer la ruta que permita hacer frente al tráfico ilegal de vida silvestre y con ello lograr las metas de biodiversidad a las que nuestro país está comprometido. Aseguró que nos encontramos en una época crítica en la historia del planeta. La pérdida de diversidad biológica representa uno de los retos más importantes de nuestros tiempos, asociado al cambio climático y sus efectos sobre los ecosistemas.
El tráfico ilegal de vida silvestre se constituye como una infracción o delito en la legislación ambiental de México e involucra la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre, mediante la captura caza y colecta. Entre las especies más traficadas en México destacan guacamayas, loros, tucanes, orquídeas, cactáceas, monos, ocelotes, tarántulas y reptiles.
Por otra parte, el Biólogo Hesiquio Benítez Díaz, Director General de Cooperación Internacional e Implementación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) expresó que dicho foro es de suma importancia para la conservación de la biodiversidad, así también resalto que era vital para Coahuila se dieran este tipo de espacios, dado que en la región de la laguna, es donde más se produce la planta de “candelilla” y la cera que se extrae de esta se usa en casi todo los productos cosméticos y es una especie casi endémica de México; la candelilla nos ofrece una oportunidades para luchar por un aprovechamiento más justo y racional dado que las comunidades en donde se produce son las más desprotegidas del desierto coahuilense y dicho insumo es explotado por toneladas sin que se tenga una regulación.
Por último la Senadora por Coahuila mencionó que sólo el comercio de la pesca no declarada y no reglamentada se ha estimado entre $4.200 millones y 9.500 millones de dólares por año, mientras que el valor del comercio de madera ilegal hasta unos US$7.000 millones al año; sin embargo, el tráfico ilícito de vida silvestre (con exclusión de la pesca y la madera) es entre US$7.800 millones y US$10.000 millones por año.
Dando cómo resultado que el tráfico ilícito de vida silvestre (incluida la madera y la pesca) comprende el cuarto mayor comercio ilegal a nivel mundial después de las drogas, el tráfico de personas y los productos falsificados.